El Futuro Parque Nacional Iberá

¿Por qué promovemos la creación de parques nacionales?

En 1903 la Argentina creó la figura del Parque Nacional con el fin de preservar y al mismo tiempo hacer accesibles al público sus mejores áreas naturales y de grandes bellezas escénicas. Los parques nacionales, tanto en Argentina como internacionalmente, albergan las áreas silvestres más importantes de todo el mundo. Se trata de auténticas maravillas naturales cuidadas y manejadas para el beneficio de generaciones presentes y futuras.

Actualmente se está planteando la posibilidad de crear el mayor parque nacional de la Argentina dentro de la Reserva Provincial Iberá. Este parque nacional estaría formado por 553.000 hectáreas que ya son propiedad del Estado correntino junto con otras 150.000 que serían donadas por la fundación The Conservation Land Trust (CLT). Al estar compuesto únicamente por tierras públicas y las de una fundación conservacionista, su creación no afectará la tenencia y propiedad de los campos privados vecinos. Más allá de la voluntad manifiesta por parte de CLT de donar las tierras con este objetivo, la decisión final dependerá de las autoridades de Corrientes y Argentina.

A continuación queremos expresar las razones por las cuales pensamos que Corrientes merece tener el mayor parque nacional del país. Haga click sobre cada una de ellas para leer la explicación:

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¿Qué es el futuro Parque Nacional Iberá?

El Parque Nacional Iberá es la visión de CLT dirigida a crear un área que conserve a perpetuidad los ecosistemas naturales del Iberá en su máxima diversidad e integridad ecológicas y que a su vez sirva como una gran área de desarrollo regional a través del ecoturismo.

Actualmente, de las 1.300.000 hectáreas que componen la cuenca y Reserva Natural Iberá, 482.000 constituyen el Parque Provincial Iberá. Para poder asegurar la integridad ecológica de la cuenca de Iberá y la máxima calidad del destino ecoturístico es crucial que el Parque incluya también muestras representativas de los ecosistemas de tierras altas que se encuentran en ella. Igualmente, si queremos que el Iberá vuelva a contar con todas las especies de grandes mamíferos que se extinguieron en la región, necesitamos que los ecosistemas que éstos habitan se encuentren adecuadamente protegidos.

Con este objetivo CLT ha adquirido 150.000 hectáreas de antiguas estancias ganaderas que lindan con las tierras fiscales y que incluyen hábitats que no están presentes dentro del actual Parque Iberá —como es el caso del espinal, el malezal o ciertas áreas boscosas— con el fin de lograr que éstas sean incluidas dentro del área de conservación estricta, creándose así un área de casi 700.000 hectáreas que constituiría lo que llamamos el Parque Nacional Iberá.

Dentro de su territorio este gran parque albergaría la mayor población del mundo del amenazado yetapá de collar y la segunda mayor del ciervo de los pantanos, sirviendo además como refugio fundamental para especies amenazadas como el aguará guazú, el venado de las pampas, las aves de pastizal casi extintas en Argentina por la actividad agrícola, los yacarés y el lobito de río, entre otras. Además, por su tamaño y calidad de hábitat, esta área de conservación representa una oportunidad única para intentar la reintroducción de especies localmente extintas como el oso hormiguero, el tapir, el pecarí de collar, el venado de las pampas, el ocelote, el lobo gargantilla y el yaguareté.

El Parque Nacional Iberá quedaría a su vez rodeado por más de 600.000 hectáreas de tierras privadas incluidas en la actual Reserva Natural Iberá, las cuales podrían dedicarse a diferentes tipos de producción sustentable, además de beneficiarse con el atractivo turístico del área central de conservación estricta.