Vida Silvestre

Anfibios y Reptiles

El conocimiento de la herpetofauna del Iberá se debe a trabajos efectuados por distintos autores, pero fundamentalmente a estudios de índole general para la región o el país como son los trabajos de Alvarez et al.(1995, 1996, 2003), Cabrera (1998, 2001), Cei (1980, 1993), Céspedez et al (1995, 1999, 2001), Contreras y Contreras (1982), Gallardo (1966, 1968), Gallardo y Varela de Olmedo (1992), Giraudo (2001), Lavilla et al (2000) y a citas puntuales correspondientes a registros en regiones aledañas o dentro del microsistema como las contribuciones de Bergna y Álvarez (1992), Céspedez (1996 a y b, 1998, 1999, 2000), Lions y Álvarez (1996), Montanelli y Álvarez (1998), Priogioni (1981), Tedesco (1998) y Tedesco y Aguirre (1998), Waller y Beccaceci (2000), entre otros.

La riqueza específica de la herpetofauna del Iberá esta constituida hasta el presente por un total de 103 especies, de las cuales 40 son anfibios y 63 son reptiles que se ubican en 20 familias.

Iberá alberga cerca del 20 % de la herpetofauna del país y el 65 % de la provincia de Corrientes.

Si se tienen en cuenta las unidades de paisaje establecidas para la Reserva, la mayor riqueza específica se registra en el falso albardón del Iberá (influencia paranaense), lomadas arenosas rojizas y bancos de arena de Villa Olivari (influencia chaqueña) y en el dique natural del Iberá (influencia del espinal). Se distingue además, un orden decreciente de la riqueza de norte a sur.

Yacaré

 

Curiyú

La mayoría de las especies de Iberá presentan distribuciones amplias. Entre las de distribución restringida se destacan: la rana brasileña (Leptodactylus plaumani), la culebra cavadora misionera (Apostolepis dimidiata) y la culebra nuca negra (Atractus reticulatus), que están limitadas al este del Macrosistema. Situación similar, pero en relación a la región chaqueña, ocurre con el sapito granuloso (Rhinella granulosus major), la ranita mono (Phyllomedusa hypochondrialis azurea), el sapito tacurú (Dermatonotus muelleri), el teyú-í (Cnemidophorus ocellifer) y el teyú verde (Kentropyx viridistriga). Respecto a esta última especie, se detecta una notable declinación en las poblaciones silvestres como consecuencia de la pérdida de hábitat. Habita los pastizales de paja colorada (Andropogon lateralis) de las lomadas arenosas cercanas a los cuerpos de agua (Alvarez et al., 2003).

Entre las especies vulnerables que moran en el área protegida figuran el tapalcuá panza clara (Chthonerpeton indistinctum), cecilia de hábitos acuáticos y nocturnos, y la rana de Pedersen (Argenteohyla siemersi pderseni), adaptada a microhábitats de bromelias (Aechmea distichantha) o concavidades en troncos de árboles del triángulo noroeste de la provincia de Corrientes. Cabe también mencionar a la culebra de agua (Hydrops caesurus), que es una especie semiacuática recientemente descripta para el arroyo Carambola en cercanías de la Reserva San Nicolás (confundida por varios años con su congener Hydrops triangularis). Se trata de un reptil especialista ya que se alimenta fundamentalmente de anguilas Symbranchus.

La culebra cavadora de collar (Phalotris reticulatus), citada sólo para Colonia Pellegrini y la Reserva Rincón del Socorro dentro del país, es una especie cuya biología aún permanece desconocida.

La viborita ciega (Typhlops brongersmianus) es una especie considerada rara para Argentina, sin embargo tiene una amplia distribución y frecuente registro en el macrosistema Iberá.

El área protegida también alberga importantes poblaciones de yacaré overo (Caiman latirostris), yacaré negro (Caiman yacare) y curiyú (Eunectes notaeus), las tres especies mayores de reptiles de la Argentina. Estas especies, aunque ampliamente presentes en otras provincias y en otros ecosistemas, encuentran aquí un reservorio importante y una oportunidad de manejo y aprovechamiento sustentable (Parera, 2004).


Ver lista de anfibios de la Reserva Natural Iberá (pdf)