Vida Silvestre

La diversidad de ambientes del Iberá ofrece distintas posibilidades de hábitat a una gran variedad de animales.

Con sus al menos 125 especies de peces y abundantes poblaciones de varias de ellas, el Iberá es un reconocido reservorio de peces de la cuenca del Plata, contribuyendo significativamente a la diversidad biológica del mundo y proporcionando un importante aporte económico a la región. Se estima que constituye un sitio de refugio y posiblemente cría de algunas especies de interés comercial del río Paraná que ingresan por el curso del río Corriente, como el dorado (Salminus maxillosus), el sábalo (Prochilodus lineatus) y la boga (Leporinus obtusidens), entre otros.

Existen al menos 40 especies de anfibios que habitan la región, entre los que se destacan las ranas de los géneros Leptodactylus, Physalaemus, Hypsiboas, Scinax y Lysapsus. Éstas dominan el humedal y, junto con invertebrados como crustáceos y gasterópodos, son el alimento de muchas aves y reptiles.

Unas 63 especies de reptiles pueblan el Iberá. Los más característicos por su gran abundancia son el yacaré negro (Caiman yacare) y el yacaré overo (Caiman latirostris). Ambas especies son los mayores predadores del humedal. Éstos son unos de los animales más favorecidos por la conservación del área, mostrando una franca recuperación tras años de persecución por cazadores comerciales. Las serpientes predadoras más importantes son la curiyú o anaconda amarilla (Eunectes notaeus) y la ñacanina o culebra acuática (Hydrodynastes gigas). La primera de ellas fue muy perseguida comercialmente en el pasado, pero hoy encuentra en el Iberá un lugar para su conservación.

Yacaré

Actualmente cerca de 360 especies de aves recorren los cielos y suelos del Iberá. Dentro de la reserva conviven aves propias de ambientes acuáticos, con otras propias de pastizales y de bosques. Dentro del primer grupo es común en el interior o en las márgenes de los esteros: Chajá (Chauna torquata), biguá común (Phalacrocorax olivaceus), biguá vibora (Anhinga anhinga), cigüeña (Ciconia maguari), hocó colorado (Tigrisoma lineatum), garza mora (Ardea cocoi), garza blanca (Ardea alba), chiflón (Syrigma sibilatrix), garza bruja (Nycticorax nycticorax), pollonas (Gallinula chloropus), pato cutirí (Amazonetta brasiliensis), ypacaá (Aramides ypecaha), jacana (Jacana jacana) y tero (Vanellus chilensis), entre muchas otras. En lo que se refiere a aves de pastizales se pueden destacar algunas aves globalmente amenazadas como los capuchinos o corbatitas (Sporophila sp.),el yetapá de collar (Alectrurus risora), la monjita dominica (Xolmis dominicanus), la cachirla dorada (Anthus nattereri), y el tordo amarillo (Xanthopsar flavus). En el ecotono entre los pastizales y el espinal se ve la espectacular y amenazada águila coronada (Harpyhaliaetus coronatus), mientras que en los montes se encuentra el carpintero cabeza pajiza (Celeus lugubris), el mosquitero (Corythopis delalandi), el tueré grande (Tityra cayana), el zorzal collar blanco (Turdus albicollis), el yapú (Psarocolius decumanus), el tordo gigante (Scaphidura oryzivora), la charata (Ortalis canicollis), y el cardenal amarillo (Gubernatrix cristata).

Chiflón

 

Chajá

Los ambientes del Iberá albergan poblaciones abundantes de mamíferos, entre los que se encuentran los animales más carismáticos de Corrientes, como el carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), el aguará-guazú (Chrysocyon brachyurus), el lobito de río o nutria verdadera (Lontra longicaudis) y el ciervo de los pantanos (Blastoceros dichotomus). En las tierras altas destacan los cada vez más abundantes corzuelas (Mazama gouazoubira), mulitas (Dasypus sp.), gualacates (Euphractus sexcinctus), zorros (Cerdocyon thous y Lycalopex gymnocercus) y vizcachas (Lagostomus maximus). Recientemente se está comprobando el retorno del puma (Puma concolor) a esta región de la que parecía haber desaparecido en décadas previas. Este gran felino puede cumplir un rol fundamental como depredador tope en el ecosistema, a esperas del retorno del yaguareté (Panthera onca).

Vizcacha

 

Corzuela

Además de estas especies, en el Iberá se está asistiendo a la reintroducción de una especie que se había extinguido de la provincia de Corrientes como es el oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla) y de otra que sólo se mantenía en el borde de la cuenca, como es el venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus).

El Iberá también posee habitantes exclusivos: especies endémicas que no existen en ningún otro lugar del planeta. Dos especies de mojarras (Astyanax pynandi y Hyphessobrycon auca) nadan en las aguas de algunas lagunas y canales naturales de la región, y plantas de las especies Oxipetalum fontelae, Bernardia asplundii, Jatropa pedersenii, Portulaca meyeri, Picrosia cabreriana y Elatine lorentziana crecen únicamente en los suelos del Iberá.


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